domingo, 13 de enero de 2008

Análisis grafopsicológico de Francisco López Arteaga

Hace unos años me encargaron un análisis grafopsicológico de D. Francisco López Arteaga, militar español que luchó en Filipinas.

El objetivo del mismo era su inclusión en una biografía que estaba realizando un historiador de Murcia, ya que según me dijo éste, era un personaje que resultaba muy poco conocido a pesar de que en su época fue considerado incluso como un héroe.
Solo pude contar para el estudio con una carta de cuando era jóven, material un poco escaso que me obligó a plantear el informe de la forma que podéis ver.

Los únicos datos que he podido recabar de la vida de López Arteaga son los siguientes:

Nació en Almansa (Albacete) en 1856 dentro de una familia humilde.

En 1865 salio de la Academia de Toledo, de donde pasó, como Alférez, al ejército del norte donde tomó parte en las guerras carlistas.

Posteriormente fue a Cuba, volviendo a España ya con el empleo de Capitán. Fue poco después cuando marchó a Filipinas, donde permaneció ocho años, hasta 1892.

Allí, ya como Comandante, luchó contra los rebeldes tagalos en San Rafael (Balacán). Con una pequeña columna cayó sobre ellos de manera sorpresiva, consiguiendo 400 bajas en el enemigo y haciendo huir al resto.

Tras su triunfo en Filipinas, volvió a la península como un héroe, pero por muy poco tiempo, ya que enseguida volvió, pero esta vez a Mindanao, donde había comenzado la insurrección ya imparable de los independentistas filipinos.

Su atrevida hazaña de San Rafael le valió el ascenso a Teniente Coronel y el reconocimiento de su patria.

Murió en 1898 a causa de una cardiopatía producida por fiebres amarillas.

En su carrera militar llegó a Coronel, y justo cuando fue aprobado su ascenso a General, falleció.
Su viuda, como reconocimiento a su marido, percibió la pensión que le correspondía a la categoría de General.

López Arteaga fue uno más de nuestros muchos militares que a lo largo de la historia lucharon por España, y que pusieron su granito de heroicidad a su servicio, aunque hoy día estén prácticamente olvidados.


ANÁLISIS GRAFOPSICOLÓGICO


A la hora de realizar un análisis grafológico de cualquier persona, siempre es recomendable contar con varios escritos de la misma correspondientes a diferentes épocas, ya que ello nos permite conocer el recorrido vital que ha realizado hasta el momento. Cuando se trata de un personaje ya fallecido, como es el caso que nos ocupa, esto todavía tiene más valor, puesto que si disponemos de documentos manuscritos de distintas etapas de su vida, ello nos permitirá hacer una biografía psicológica muy profunda y completa del personaje.

Para el estudio grafológico de la escritura de D. Francisco López Arteaga, hemos contado únicamente con una carta, concretamente la solicitud que realizó para ingresar en la Academia de Infantería en el año 1874. Tenía, pues, 18 años.

Este documento nos va a servir para plasmar psicológicamente este momento vivencial suyo, en su plena época de juventud. Va a ser como una fotografía de este periodo existencial. Por ello, todos los aspectos que vamos a ir desarrollando de su personalidad, habrá que considerarlos siempre dentro de este periodo juvenil, ya que no tenemos documentos posteriores para saber hacia donde fue madurando como persona, aunque podamos intuirlo conociendo su peculiar forma de ser.

Por la morfología de la escritura que aparece en el documento que vamos a estudiar, se detecta a una persona con un nivel cultural y de madurez bastante apreciable, mucho más teniendo en cuenta los años que tenía cuando realizó el citado escrito.

Vemos que su forma de razonar es muy lógica, formada por un pensamiento preciso pero también bastante irreflexivo. No se para mucho a pensarse las cosas, más que nada por que tiene claro qué es lo que quiere y, por tanto, cree que no necesita detenerse demasiado para reflexionar sobre ello.

También se le ve una tendencia grande a fantasear, es decir, a generar en su mente aspectos muy particulares suyos, bastante fuera de la realidad la mayoría de las ocasiones. Estos mundos ideales propios, le permiten, por contra, soñar con cosas que le están vedadas en su mundo real, por no estar a su alcance, y por ello, pone toda su energía para tratar de modificar su realidad con tal de conseguir lo que desea en la vida.

Así, se le aprecia siempre un gusto muy marcado hacia lo original, hacia los aspectos menos convencionales de la vida. Esto le empuja a buscar ambientes y situaciones que no sean los que ya conoce, que le aburren totalmente. De esta forma, aspira a conseguir nuevas vivencias y aventuras, más allá de lo conocido para él. No es extraño, pues, que el escrito que nos vale para este análisis sea precisamente su solicitud de entrada en el ejército, la válvula de escape que en aquélla época era la más segura para conseguir estas nuevas condiciones de vida que él anhelaba.

En sus juicios y valoraciones se muestra generalmente poco sensato y con bastante falta de sentido común, ya que puede llegar a exagerar y deformar las cuestiones, adaptándolas a sus gustos y conceptos, lo que le lleva a manifestar personalmente importantes tintes de subjetividad y partidismo.

En cuanto a su forma de proceder, observamos un nivel de disciplina muy grande, acompañado de un buen método organizativo interno que le ayuda a conseguir lo que se proponga. Tiene un nivel notable de resistencia y de determinación en su modo de obrar.

Su perseverancia y tenacidad en las tareas le lleva a remontar fácilmente ante las adversidades y obstáculos. Está dotado de un sentido muy práctico en la acción, lo que le empuja directamente hacia sus metas, sin divagar y sin desvaríos. Mantiene la dirección de su vida de forma constante, sin desfallecer, debido sobre todo a su fuerte resistencia y sus actitudes sólidas.

Es una persona responsable y cumplidora de sus obligaciones, las cuales las porta como norma y deber. Pone siempre todo el interés posible en que las cosas que haga estén bien perfiladas, ya que para él la calidad en las tareas es muy importante.

En sus formas, es impulsivo y dinámico, con un carácter enérgico y voluntarioso que le lanza fácilmente a la acción. Está provisto de una personalidad realizadora y emprendedora, que no se detiene hasta alcanzar sus objetivos. Por lo general, es muy extraño que pueda aceptar una negación por respuesta.

Aun así, también se le aprecian en su escritura matices de inseguridad, de dudas, que al fin y al cabo son aspectos propios de su edad. Son momentos de vacilación que siente, conjuntados con andares de su vida todavía no muy firmes. Sus muchos arrebatos de impaciencia los intenta contener y disimular con las formas aprendidas de recato social, pero le resultan muy difíciles de apagar, ya que en este momento de su vida todo lo que desea lo quiere ya. Se deja vencer por su pasión y deseo de alcanzar aquello que se supone que debería esperar para poder obtenerlo, pero es incapaz de ello. Su ansia y sus ganas son tales, que metafóricamente se podría decir que se come el mundo. En este ardor juvenil podemos reconocer también un ligero pero intenso, sueño de grandeza.

Tampoco le ayuda a encajar muy bien en los ambientes en los que se mueve, y también en los que desea moverse, su actitud un tanto rebelde y, sobre todo, testaruda. Esta obstinación de la que hace gala de continuo, le lleva a que siga sus propios caminos y métodos, frente a todos. Por esta misma razón, no es muy amigo de consejos, aunque a priori los pueda coger, más que nada por no hacer de menos a aquél que se los dio, pero que, sin embargo, raramente sigue.

Se aferra a sus ideas y a las decisiones tomadas. En este aspecto, se deja influir muy poco por los demás, manteniéndose fuerte en sus convicciones y no cediendo casi nunca.

No le gusta, igualmente, que le corrijan en las cosas que hace y dice, ya que considera que en la mayoría de las veces tiene la razón de su parte. Cuando ha decidido emprender una acción, y esta resulta inoportuna por las causas que sean, llegando él mismo incluso a percatarse de su error, es raro que rectifique, pues es tan grande su terquedad que no enmendará su mal proceder.

Se apasiona con facilidad con aquellas cosas que le gustan, y sigue adelante con sus proyectos y metas por encima de todo, aunque algunas de estas resulten muy ideales y hasta incluso utópicas.

Es una persona de reacciones prontas y contundentes, que se defiende y ataca sin pelos en la lengua, mostrando todo el mal genio que puede tener sin pararse a pensar en el daño que puede causar en el otro. Es de tendencia natural combativa, y desde luego, sería chocante que se dejara avasallar por alguien.

Tiene una tendencia muy clara a intentar imponer sus criterios a los demás, mostrándose incluso autoritario. Asimismo, presenta una fuerte necesidad de autoafirmarse como persona, para reforzar ante los demás su propia posición y sus propios valores individuales. Necesita ocupar espacio y, desde luego, no pasar desapercibido, ya que le gusta acaparar la atención.

Por todo lo ya expresado, se perciben en esta persona serias dificultades de adaptación al mundo circundante, con cierta falta también de flexibilidad en su forma de ser. Se puede expresar habitualmente con dureza y cierta intolerancia, lo que por los demás puede ser juzgado negativamente como de cierto descaro en él. Sin embargo, y a pesar de esto, también vemos que le gusta y necesita del contacto social, no teniendo problemas en este aspecto para conectar con los otros.

De hecho, no es una persona fría y distante, si no que por el contrario siente y sufre el ámbito que le rodea, preocupándole aspectos que tengan que ver con la injusticia social. Estamos ante una persona sensible, a la que le impactan las impresiones que pueda recibir de su entorno. También resulta fácil de herir, al captar y sentir profundamente las críticas que reciba.

Por otra parte, y a pesar de lo dicho, siempre pone en primer lugar sus propios intereses personales, para reivindicar de esta forma su marcada personalidad respecto al ambiente. Tiene confianza en si mismo y está seguro de lo que quiere y de lo que es capaz y, por tanto, luchará lo que precise para obtenerlo, aunque tenga que enfrentarse con los seres más queridos y cercanos para él.

Desconocemos si posteriormente, con los años y la experiencia de la vida, este proceder bastante duro e intransigente que se aprecia en sus años de juventud, fue aplacado de algún modo (el estudio de su escritura de años posteriores nos hubiera sacado de esta duda). Podemos prever, sin embargo, que en buena lógica, mantuvo el genio y su firmeza probablemente hasta el fin de sus días. Pero también estamos seguros de que suavizó enormemente sus formas y maneras, logrando así la mano izquierda apropiada para tomar acertadas decisiones, y para un más suave y mejor contacto con los demás, ambas cosas fundamentales para la gloriosa carrera militar que comenzaba.

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