Acabo de volver de impartir un curso sobre Grafopsicología en la Facultad de Psicología de Salamanca, dentro de la programación de Cursos Extraordinarios que planifica dicha Universidad. El curso estaba organizado por la Delegación de Alumnos.
Han sido unos días muy intensos, con un horario agotador (nueve horas diarias de clase), pero realmente ha merecido la pena.
Creo que es muy importante que se difunda nuestra ciencia entre los futuros psicólogos, que la conozcan y vean las grandes posibilidades que tiene.
He conocido a unas personas maravillosas, tanto entre los alumnos como entre los compañeros ponentes de otros cursos. Desde el primer instante me sentí muy a gusto, y el compañerismo rebosaba en todo momento, durante la jornada laboral así como durante las comidas y las cenas con ellos (y alguna que otra noche de farra que también hubo...)
Desde aquí quiero dar las gracias especialmente a Guadalupe y a Adrián por haberlo hecho posible. Y a todos los demás que me han acompañado en esta grata aventura durante todos estos días.
Prometo volver.
Han sido unos días muy intensos, con un horario agotador (nueve horas diarias de clase), pero realmente ha merecido la pena.
Creo que es muy importante que se difunda nuestra ciencia entre los futuros psicólogos, que la conozcan y vean las grandes posibilidades que tiene.
He conocido a unas personas maravillosas, tanto entre los alumnos como entre los compañeros ponentes de otros cursos. Desde el primer instante me sentí muy a gusto, y el compañerismo rebosaba en todo momento, durante la jornada laboral así como durante las comidas y las cenas con ellos (y alguna que otra noche de farra que también hubo...)
Desde aquí quiero dar las gracias especialmente a Guadalupe y a Adrián por haberlo hecho posible. Y a todos los demás que me han acompañado en esta grata aventura durante todos estos días.
Prometo volver.
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